Aunque la mayoría de la gente sabe lo que significa la anorexia, está claro que muy pocas personas han oído o conocen el término megarexia. Pues bien, se trata de un trastorno alimentario cuyo síntoma principal es la percepción de que nuestro cuerpo está totalmente sano y totalmente delgado cuando la realidad es que la persona tiene sobrepeso u obesidad.
¿Qué significa realmente la megarexia?
La megarexia es un trastorno alimentario en el que la persona se ve en el espejo como alguien con un peso adecuado y saludable cuando en realidad padece obesidad. Es el término opuesto a la anorexia, donde el paciente se percibe a sí mismo como mucho más obeso de lo que realmente es.
Cuando alguien sufre este problema, ve su exceso de peso como un signo de fuerza y vitalidad. No entienden por qué tienen que adelgazar si se ven bien así. De hecho, es habitual que los pacientes con megarexia consideren delgadas a todas aquellas personas que tienen un peso más equilibrado.
Cabe destacar que con este trastorno, al igual que con otros como la anorexia o la bulimia, se produce una importante alteración de la percepción, lo que facilita que se caiga en una adicción. Al mirarse al espejo, la persona se ve en forma y con un peso adecuado.
Esto hace que la situación tienda a mantenerse bastante estable y rígida, con dificultad para el cambio, prácticamente al mismo nivel que en otros trastornos alimentarios. La persona con megarexia suele mantener una dieta hipercalórica. Por ejemplo, la bollería industrial, los fritos, los dulces o los aperitivos ocupan el primer lugar en su dieta.
¿Cuáles son los síntomas de la megarexia?
Los pacientes con megarexia, a pesar de tener un sobrepeso evidente, no aprecian que haya ningún problema, están orgullosos de su aspecto físico y se consideran «fuertes» o «enérgicos».
- Los hábitos alimentarios son evidentemente poco saludables, ingiriendo más alimentos de los que deberían, favoreciendo la falta de nutrientes;
- A los pacientes no les gusta pesarse y rechazan la báscula, por lo que no conocen su peso real;
- Llevan ropa holgada que no se pegue al cuerpo y oculte su figura. Además, evitan las fotos de cuerpo entero y los espejos de cuerpo entero porque no pueden aceptar su propia figura;
- No les gusta ir de compras porque tienen que enfrentarse a su verdadera talla, más grande de la que imaginan, y esto les provoca confusión y tristeza.
¿Por qué aparece la megarexia?
Como ocurre con la mayoría de los trastornos psicológicos, no parece haber una única causa que explique por sí sola la totalidad de este fenómeno. Varios factores genéticos, ambientales y sociales influyen en su aparición y mantenimiento.
A menudo ocurre que el paciente que sufre megarexia crece en un entorno en el que uno de sus padres (o ambos) ha tenido una relación poco saludable con la comida. Si alguien ha crecido en un clima así, sus posibilidades de desarrollar esta afección son altas.
Según diversos estudios, las personas que padecen megarexia podrían estar utilizando un mecanismo de defensa psicológico para evitar ver la realidad.
Es muy probable que haya elementos como la dificultad de la persona para controlar sus impulsos, tolerar la frustración o retrasar las gratificaciones.
El consumo de alimentos poco saludables suele convivir con problemas de autorregulación emocional. Asimismo, la baja autoestima y un estado de ánimo negativo estarían facilitando la aparición y el mantenimiento del problema.
Consecuencias del trastorno de megarexia
Seguir hábitos poco saludables durante mucho tiempo puede afectar a la salud, provocando enfermedades graves. Si a esto le añadimos que la persona ignora esa realidad, como ocurre con los pacientes de este trastorno, el problema se agrava.
Algunas de las consecuencias más graves de la megarexia son:
- Puede tener enfermedades cardiovasculares;
- Se puede desarrollar cáncer;
- La esperanza de vida se reduce automáticamente debido al desequilibrio hormonal, la salud mental se ve afectada por la depresión y la ansiedad;
- Al no llevar una dieta saludable, puede haber malnutrición por el consumo de alimentos con «calorías vacías».
¿Se puede curar la megarexia?
Cuando el trastorno aún no está totalmente desarrollado, es necesario tomar medidas lo antes posible para prevenir su aparición. La mejor solución es la educación y la corrección del comportamiento y los malos hábitos. El objetivo es eliminar los abusos y poner límites para que el individuo acabe siguiendo un estilo de vida saludable. Si la situación es demasiado complicada, se puede fomentar su interés ofreciéndole alternativas y premios en función de sus logros.
En algunos casos, se decide hospitalizar al paciente para que no corra mayores riesgos. Y, en otros, también existe la posibilidad de realizar procedimientos no quirúrgicos como el balón gástrico o la gastroplastia en manga endoscópica (GEM), u otras acciones similares para ayudar rápidamente a la reducción de peso y evitar problemas cardiovasculares.
En la segunda fase, el tratamiento de la adicción consiste en la reeducación. El paciente debe someterse a un cambio de hábitos para mejorar su alimentación y su condición física mediante dietas y ejercicio físico regular. También se suele complementar con terapia psicológica para intentar descubrir las causas que han llevado a la enfermedad de la megarexia.
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